Las habilidades de aprendizaje de tu hijo(a) pueden ser grandiosas si desde el nacimiento le ofrece diariamente:
- Respuesta sensible a sus necesidades: Tanto físicas como emocionales.
- Darse cuenta prontamente que necesita algo.
- “Leer” o interpretar qué es (alimento, consuelo, estimulación, descanso, etc.).
- Proporcionárselo.
- Consuelo oportuno del llanto: Es la señal más efectiva que tiene tu guagua para pedirte ayuda y avisarte que necesita algo.
Existen muchos mitos frente al llanto, entre los más frecuentes:
- Que las guaguas (bebés) manipulan con el llanto.
- Que es bueno dejarlas llorar para que aprendan a manejar la frustración.
- Que no es bueno tomarlas en brazos porque se malcrían.
- Interacciones: Tu voz, miradas y gestos son excelentes herramientas para la estimulación de tu guagua. Durante sus primeros meses (0-3) no existe mejor juego que tu cara y no necesita que uses objetos adicionales. Poco a poco se irá interesando por otros juguetes pero nunca olvides que el contacto cara a cara es muy motivante para tu bebé ¡Disfrútenlo!
- Contacto físico: Tomarla en brazos, hacerle masajes u usar activamente el portabebé no sólo les produce comodidad, esto también es fundamental para su desarrollo cerebral y es una excelente herramienta para prevención de cólicos y/o llanto excesivo.
- Vínculos estables: tu guagua necesita que las personas que la cuiden sean estables. Los cambios múltiples y reiterados de cuidadores afectan sus necesidades básicas de seguridad, provocan altos niveles de estrés y pueden incluso afectar un desarrollo cerebral saludable.
- Ambientes seguros y saludables: entregarles un ambiente que sea estimulante, pero sin ruidos excesivos, acondicionado para que puedan moverse y explorar el entorno de manera segura, sin riesgos de accidentes, sin humo de tabaco; ni de leña.
- Juego: es la actividad natural del niño(a). No es necesario hacer cosas complicadas, aprovéchalos momentos de vestimenta, muda, paseos, etc., para jugar con tu bebé y disfrutar juntos.
- Comunicación: imita sus sonidos, juega a “conversar” con tu hijo(a) desde sus primeros meses, verás como esto se convierte en un espacio placentero para ambos y que ayudará a desarrollar óptimamente su lenguaje.
- Lectura: leerle a tu hijo o hija diariamente, mejora su lenguaje, promueve la inteligencia y fomenta un amor eterno por los libros y por la lectura que serán de mucha ayuda en su aprendizaje pre-escolar y escolar.
- Respeto por sus ritmos y características individuales: al igual que nosotros, cada niño(a) tiene sus ritmos, preferencias e intereses. Estimularlos no significa presionarlos para adquirir una habilidad antes de que estén preparados para ello (por ejemplo: caminar solos). Observa la actividad espontánea de tu hijo (a), anímalo y apóyalo en sus logros pero también acógelo con cariño y paciencia cuando aún esté aprendiendo.
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